domingo, 19 de septiembre de 2010

6. ¿Tuvo Jesús hermanos?




Querido sobrino:

He recibido la noticia de que tu primo Sebastián pronto tendrá su tercer hijo. ¡Cuánta felicidad! Como sabrás, tu primo Sebastián tiene a su vez diez hermanos. No es casual que la población mundial ha crecido exponencialmente. Casi todas las personas tienen hermanos. Pero, seguramente habrás escuchado de tus maestros católicos que Jesús nunca tuvo hermanos. Los católicos no sólo creen que María era virgen al nacer Jesús, sino que además, permaneció virgen perpetuamente. Eso es otro timo. Jesús sí tuvo hermanos. Te explicaré por qué.
Según te explicaba en una carta anterior, las historias de Mateo y Lucas sobre el nacimiento virginal de Jesús no son aceptables como históricas, pero aun si fuesen aceptables, ninguna de las dos historias afirma que María permaneció virgen perpetuamente. Mateo narra así: “Despertado José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado y tomó consigo a su mujer. Y no la conocía hasta que ella dio luz a un hijo, y le puso por nombre Jesús” (Mateo 1: 24-25). Mateo, ni afirma ni niega que, después del parto, María tuviese relaciones con José. Lucas se conforma con narrar que, en el momento de la anunciación, María era una virgen desposada con José, pero, lo mismo que Mateo, no ofrece indicios sobre su posterior actividad o inactividad sexual. Incluso, Lucas ni siquiera señala que María permaneció virgen durante su embarazo, de forma tal que no contradice a Lucas considerar que, entre la concepción y el parto, María tuviera relaciones con José.
No obstante, el indicio de mayor peso para suponer que Jesús tuvo hermanos es la llana mención de éstos en varios rincones del Nuevo testamento: Marcos 3: 31-35, Mateo 12: 47-50 y Lucas 8: 19-21 narran que los hermanos y la madre de Jesús lo buscaban. Juan 2: 12 enuncia que Jesús “bajó a Cafarnaún con su madre y sus hermanos y sus discípulos”; y Juan 7: 3-10 también narra un desagradable incidente en el que Jesús es ofendido por sus hermanos. Hechos 1: 14 narra que los apóstoles oraban con la madre y los hermanos del Señor, y Pablo, en I Corintios 9: 5 hace mención de “los hermanos del Señor”.
Respecto a la identidad y número de estos hermanos, Marcos 6: 3 y Mateo 13: 55 enuncian que son cuatro: Santiago, José, Judas y Simón; y Pablo, en Gálatas 1: 19 confirma que había un “Santiago, el hermano del señor”, el cual, con casi total seguridad, es el mismo Santiago que ocupó una posición de liderazgo en la temprana iglesia. Y, Josefo confirma que Santiago, uno de los líderes del primitivo movimiento cristiano, era “hermano de Jesús, llamado el Cristo”.
Quizás te sorprenderá saber que la mayoría de los protestantes, no tiene problema en admitir que, en efecto, éstos eran hermanos de Jesús. A su juicio, las escrituras sólo enuncian que María era virgen hasta el momento de dar a luz a Jesús, pero no niegan que María tuviera relaciones sexuales posteriores al parto, y los hermanos de Jesús habrían sido hijos concebidos posteriormente. Estos hermanos, no obstante, sólo serían ‘medios hermanos’ de Jesús (es decir, hermanos de madre), pues habrían sido concebidos por José, mientras que Jesús fue concebido por el Espíritu Santo.
No obstante, en vista del dogma de la virginidad perpetua de María, el resto de los cristianos no está dispuesto a aceptar que Jesús tuvo hermanos, y han ofrecido varias alternativas interpretativas para explicar cómo, aun siendo Jesús hijo único, se mencionan sus hermanos en varios lugares del Nuevo testamento. Jerónimo, un autor cristiano del siglo V, adelantó la postura que es tradicional en el catolicismo: los ‘hermanos’ de Jesús en realidad serían sus primos. El argumento de Jerónimo y sus seguidores es el siguiente: en arameo, la lengua de Jesús, lo mismo que en hebreo, la lengua del Antiguo testamento, no existe una palabra para ‘primo’. Y, para hacer referencia a los primos o a otros parientes, el hebreo y arameo emplea la misma palabra para referirse a los hermanos: ‘aj’; esto es muy evidente en pasajes del Antiguo testamento como Génesis 13:8 y Génesis 29:15 y I Crónicas 23: 21-22, en los que se menciona a ‘hermanos’, pero en realidad se hace referencia a parientes más lejanos.
De manera tal que, a la usanza aramea, los autores del Nuevo testamento se refieren a unos personajes como ‘hermanos’ de Jesús, cuando en realidad son sus primos. E incluso, cuando se tradujeron las escrituras al griego, se conservó la palabra griega para ‘hermano’, ‘adelfos’, para traducir los pasajes anteriormente citados, aun cuando el griego tiene una palabra específica para referirse a ‘primo’, ‘anepsios’. De forma tal que, así como los traductores griegos emplearon ‘adelfos’ para referirse a parientes y primos en algunas ocasiones, los autores del Nuevo Testamento también habrían empleado ‘adelfos’ para referirse en ocasiones a primos y otros parientes.
Asimismo, la palabra ‘adelfos’ no es exclusiva para hacer referencia a hermanos de sangre, pues en el mismo contexto del Nuevo testamento, se emplea esta palabra para referirse a personajes que claramente no tienen un vínculo consanguíneo entre sí, sino más bien espiritual, como por ejemplo, I Corintios 1: 1; I Corintios 5:1. En función de eso, los ‘hermanos’ de Jesús no serían tales, sino más bien primos.
No obstante, debo advertirte que semejante argumento resulta débil por varias razones. Si bien el Antiguo testamento emplea el mismo término (‘aj’) para referirse a relaciones entre hermanos y entre parientes lejanos, en el caso en que no hace referencia a hermanos, precisa genealogías para evitar la confusión. No ocurre así en la referencia a los hermanos de Jesús. Todo lo contrario, cuando los ‘hermanos’ de Jesús son nombrados, aparecen junto a su madre María, cuestión que permite inferir que, en efecto, también son hijos de María.
Asimismo, en el Nuevo testamento se especifican palabras para ‘primo’ (por ejemplo, ‘anepsios’ en Colosenses 4: 10) y ‘pariente’ (por ejemplo, ‘siggennes’ en Lucas 1: 6), de manera tal que, si hubiese querido referir a esos personajes como primos de Jesús, y no como sus hermanos, se hubiera empleado el término específico para ello. Interpretar como ‘primos’ una referencia llana a los ‘hermanos’ de Jesús depende de un compromiso teológico con la virginidad perpetua de María.
Antes de Jerónimo, no obstante, había surgido otra manera de defender la virginidad perpetua de María. Se propuso otra explicación a la referencia de los ‘hermanos’ de Jesús, la cual, según parece, fue ampliamente aceptada en los primeros siglos del cristianismo, y es hoy aceptada por la mayoría de los cristianos ortodoxos orientales. Esta explicación, entusiastamente defendida por el autor cristiano del siglo IV, Epifanio, señala que los ‘hermanos’ de Jesús en realidad eran hijos de José de un matrimonio anterior al de María. En este sentido, los personajes en cuestión serían ‘hermanos’ de Jesús, pero sólo en un sentido legal, pues habrían sido hijos del padre legal (pero no biológico) de José.
Tan acostumbrados estamos al ideal de la Sagrada Familia, que nos resulta demasiado fácil proyectar sobre los judíos del siglo I las convicciones morales cristianas. En este sentido, no deja de ser escandalizador para muchos cristianos siquiera pensar la posibilidad de que María no hubiese sido la primera esposa de José. Pero, cabe perfectamente la posibilidad de que José haya sido viudo o, más aún, que hubiese tenido más de una esposa. La poligamia era practicada por los judíos, a pesar de que la forma más común de matrimonio era la monogamia. Y, por lo general, en las sociedades semíticas, la poligamia era practicada por las clases pudientes; no parece muy plausible que un artesano en una remota aldea galilea estuviese en disposición de mantener más de una esposa.
No obstante, la información que tenemos respecto a José es tan escasa, que no hay suficiente evidencia como para pronunciarse a favor o en contra de esta hipótesis. El hecho de que estos hermanos aparecen referenciados junto a María, la madre de Jesús, le resta fuerza a la hipótesis, pues bajo esta hipótesis, María no habría sido su madre. Vale señalar, no obstante, que si se da crédito a la posibilidad de que Jesús no hubiese sido propiamente un bastardo, pero que sí hubiese nacido bajo circunstancias dudosas, entonces sí resulta más plausible que José hubiese tenido hijos en matrimonios anteriores. El recelo que en ocasiones los ‘hermanos’ de Jesús manifiestan en su contra, quizás es parcialmente explicable a raíz de las tensiones y celos que surgen entre hermanos de diferente madre.
Me parece que de las tres opciones en torno a los ‘hermanos’ de Jesús (como hermanos de sangre, como primos, o como hermanastros), la más razonable es que los llamados ‘hermanos’ eran precisamente eso: sus hermanos de sangre. Sólo una adhesión dogmática a la doctrina de la virginidad perpetua de María permitiría considerar las otras alternativas que, por lo demás, sólo se mantienen haciendo varios malabares interpretativos.
Así pues, querido sobrino, a partir de ahora sabrás que cuando se hace mención de la Sagrada Familia, seguramente ésta habría incluido a más de tres miembros. Yo sospecho que, de nuevo, el número tres es sumamente influyente en la leyenda cristiana: así como hay tres personas en la Trinidad, así también hay tres miembros en la Sagrada Familia. Pero, por las razones que te he explicado, es mucho más sensato aceptar que Jesús sí tuvo hermanos.
Se despide con mucho cariño, tu tío Gabriel.

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